jueves, 4 de abril de 2013

La caída

Intro
Todo lo que sube, y tiene masa, tarde o temprano cae.
Apropiado es ésto como alegoría, para representar cierto acontecer -exclusivamente- psíquico. Remarco lo de “tener masa” ya que, en estos términos, si Uno mismo no tuviese más cargas (peso), no habría posibilidad de recaer.

Vislumbres
En algún momento me hallé doblegado por las cargas, sobrevivía arrastrándome. En otro me vi ampliando mi visión y perspectiva, en contraste con ese período previo, mucho más denso, confuso y doloroso.

Ese "recuperar la conciencia" implicaba, aunque sea relativamente, distinguir lo burdo de lo sutil. Las pesadas cargas por un lado, el Ser por el otro.
Es natural que durante estos vislumbres uno suelte muchos de esos artificios y oscuras creencias. A cambio, y como evidencia, recibimos alivio y placer.

Oscurecimiento/Densificación
Todo la energía que aplicaba sosteniendo ese excesivo peso, paso a utilizarla como reacción y esfuerzo opuesto a la fuerza gravitatoria, impulsándome de tal manera que me despego del piso.
Podría representarse como un salto, salir corriendo, o volar.

El problema es que sigo teniendo cargas. Prefiero ignorar este hecho en pos de experimentar la inmediatez de la libertad que representa para mí ese saltar, correr o volar. Pero esta “libertad” es relativa a la limitante comparación, por ende no hay libertad.
Asimismo está la inercia/costumbre o “cultura del esfuerzo” aplicada a mantener cierta altura, velocidad, ritmo o práctica ideal.
En definitiva, pretensiones de conservar el poder, y si resulta necesario, fuerza bruta mediante. Es tratar de tener poder sobre esas cargas que a su vez me anclan a toda virtual tierra firme.
Vale aclarar que el “salto” y/o “correr” se hallan configurados dentro de la misma lógica mundana, sobre lo apremiante del (sobre)vivir. Son reacciones motivadas por la necesidad de libertad, pero NO efectiva liberación.

Tarde o temprano, termino cansado, flaqueando, mareado y eventualmente perdiendo el equilibrio.
Caigo en un círculo vicioso: me esfuerzo más y más, en el peor de los casos cayendo estrepitosamente. Probable que descienda varios escalones; el plano terrenal se volvió empinado.